Recordemos que los pensamientos crean imágenes, que producen emociones, que nos llevan a tomar decisiones, y éstas nos conducen a la acción, y esas acciones repetidas, crean hábitos, y esos hábitos forman el carácter.
Proverbios 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.
Lo que Salomón está diciendo es, que el ser humano, o sea usted y yo, somos lo que pensamos; así de simple. Somos los pensamientos que hay en nuestra mente; y si es así, eso significa que DEBEMOS, por no decir TENEMOS que hacer un análisis serio de qué cosas hay metidas en nuestra mente.
En este episodio vamos a estar hablando sobre CUEVAS MENTALES; y la importancia de tomar buenas decisiones. Estamos donde estamos y somos lo que somos por las decisiones que hemos tomado hasta hoy. Tenemos que dejar de culpar a los demás por nuestras desgracias, aciertos o desaciertos. Somos los únicos responsables de estar como estamos.
Cuando vivimos de acuerdo con lo que nos parece, y no de acuerdo con lo que Dios establece, vivimos encerrados en cuevas mentales de Tristezas, de Culpas, de Vergüenzas, de Miedos y Escases. Nuestra mente no encuentra momentos de Paz. Ya no hay Sueños, no hay Anhelos, ni Ilusiones. Lo que tenemos es hambre de afecto y de justicia. La vida parece haber terminado, y el tiempo parece haberse detenido. La depresión, la desesperanza y la soledad son nuestros más fieles compañeros de cuarto. Vivimos en escases y no alcanzamos nada de lo que Dios nos prometió. La pobreza, en todos los aspectos, no fue diseñada para el pueblo de Dios. ¿Cómo es posible, que habiendo sido llamados por Dios y habiendo visto su mano moverse a nuestro favor, hoy vivamos vidas alejadas de su propósito, vidas sin sentido, vidas escasas que no honran a Dios?
Usted y yo hemos recibido de Dios grandes promesas de Vida; y no de cualquier clase de vida, sino de una vida de abundancia
o Abundancia de gozo, paz, afecto, respeto, afirmación, sabiduría, salud, días buenos, sanas relaciones
o Abundancia de bienes, recursos y medios para ayudar, alcanzar, sostener y bendecir a los nuestros y a otros que lo necesitan.
!Recuerda que Dios quiere que vivas una vida mejor, aquí y ahora!